miércoles, 12 de octubre de 2016

Harry Potter y El Legado Maldito

En primer lugar quiero decir que intento no hacer demasiados spoilers de los libros que reseño y recomiendo, pero obviamente a veces es inevitable dar algún dato sobre el argumento ya que es difícil hacer la reseña de una novela sin dar cierta información sobre la historia. En cualquier caso nunca desvelo finales ni enigmas ni acontecimientos repentinos y sorprendentes, eso siempre se lo dejo al lector.

Aviso aquí a mis escasos seguidores que, si aún no ha leído el último libro relativo a la saga de Harry Potter y no quieren recibir ningún tipo de información sobre su argumento o su hilo conductor, pueden dejar de leer ahora, y esperar a terminárselo antes de continuar con este post.
Si a pesar de todo queréis seguir leyendo, pues luego no digáis que no avisé.

Me he encontrado con opiniones muy diversas sobre esta última entrega; algunas de disgusto, otras de expectativas incumplidas, otras de decepción, otras de ternura, nostalgia, satisfacción, etc.

Hay que entender que la idea original de la obra es de J.K.Rowling y de otros dos autores más, por lo tanto el estilo y la forma de contar la historia es diferente, pero eso no evita que sea un buen libro, que mantenga los valores y la esencia que tenían los tomos originales de la saga. Personalmente y ya que sabéis de sobra que soy una persona enormemente sensible, tengo que decir que lloré en varias partes de la novela; más que nada por la emoción que me causaba el recordar mis años adolescentes en los que me pasaba las horas muertas imaginando cómo sería mi vida en Hogwarts, a qué casa pertenecería, cuáles serían las asignaturas que más me gustase aprender, qué profesor me caería peor, o si el Quidditch se me daría bien. Todos estos pensamientos han vuelto a mí al leer esta última entrega.

Considero que, además de la nostalgia de recordar viejos tiempos literarios en mi vida, la historia es entrañable y enternecedora. Nos presentan al pequeño Albus Potter como un muchacho rebelde y asqueado con la fama de su padre, que obviamente se ha convertido en la suya. Un muchacho que siente que no quiere ser igual que su padre ya que éste tiene mucho de lo que arrepentirse y culpabilizarse, por ejemplo de la muerte del joven estudiante Cedric Diggory durante el famoso Torneo de los Tres Magos.

Esta rebeldía hace que el joven Albus se haga amigo inseparable de Scorpius Malfoy, el hijo de Draco que ha crecido siendo odiado y repudiado por todos dada la fama de su familia de exmortífagos, y que además de esto ha tenido que convivir con horribles rumores sobre su nacimiento. Ambos deciden que Hogwarts no es lo que buscan, que no es el lugar idílico del que hablaban sus padres y que quieren cambiar las cosas.
Esto les lleva a emprender una intensa aventura, empezando por escaparse del expreso de Hogwarts antes que éste llegue al colegio, y robando un mágico objeto guardado en el Ministerio que les permitirá viajar en el tiempo para, tal vez, cambiar el curso de la historia.

Lo que los muchachos, y sus respectivos padres, no saben, es que existe una profecía originada tras la muerte de lord Voldemort que, de hacerse realidad, no sólo empeorará las cosas si no que volverá a cubrir el mundo de oscuridad y desesperanza.

Los adultos Granger, Weasley, Malfoy y Potter tendrán que saber lidiar con la adolescencia de sus hijos, averiguar la forma de entender lo que traman, adelantarse a sus decisiones y aceptar que ser padres después de haber sido durante años los niños más famosos del mundo mágico no va a ser nada fácil.





miércoles, 5 de octubre de 2016

Simplemente...Harry Potter

La saga que dió inicio a mi amor compulsivo por la lectura.

Creo recordar que lo dije al inicio de este blog, pero ya que ahora muchos de los lectores y lectoras nacidos durante mi generación (y posterior) están cayendo en el delicioso vicio de Harry Potter, quería, más que una reseña (porque reseñas ya se han escrito muchas), hacer mi pequeño homenaje aquí en mi pequeño espacio.

La semana pasada vivimos en España un auténtico boom en todas las librerías debido a la publicación (en español, obviamente) de lo que podríamos llamar el último libro de la saga, de la que más adelante haré reseña (cuando me lo acabe xD).
A pesar de no estar escrito íntegramente por la inglesa J.K.Rowling, si no por otros dos autores en colaboración con ella, me di cuenta de que las librerías se llenaron de jóvenes ansiosos por poder tener un ejemplar de la obra. Y yo no podía dejar de preguntarme: "¿Por qué el fenómeno Harry Potter, a pesar de que han pasado años desde que yo los leí, y de su publicación, sigue atrayendo a tantísimo público de todas partes del mundo?, ¿Cuál es el secreto?"

Cada año se escriben y publican numerosas sagas de diversas temáticas que atrapan a miles de lectores, a millones, de varias generaciones; tenemos trilogías, tetralogías, pentalogías, historias con ya más de quince volúmenes y cuyas continuaciones se siguen publicando, etc. Pero nada más multitudinario y revolucionario que la salida al mercado de un libro de Harry Potter, ya sea continuación de la saga original o una historia a parte...siempre acabas encontrándote cola a la entrada de las librerías esperando a que abran sus puertas para que la gente se abalance en tropel a comprar su ejemplar antes que nadie. ¿Curioso que un libro mueva a las masas de esta manera, no?

A día de hoy aún no sé deciros cuál es el secreto que nos mantiene generación tras generación obnubilados ante las historias que rodean a aquél niño que sobrevivió...¿buen márketing?, ¿buena estrategia publicitaria?,¿merchandising?...¿es acaso el maravilloso argumento, la forma en la que está escrito y la magia que emanan sus páginas lo que atrapa al lector y lo mantiene pegado al papel hasta que se le resecan los ojos?...eso espero, al menos eso es lo que me conquistó a mí.

Aún recuerdo aquél día leyendo la sexta entrega, El Misterio del Príncipe, que recientemente acababa de publicar la editorial Salamandra en castellano...corría el año 2006, yo tenía 15 añitos y demasiadas ganas de leer. Mi madre en aquél entonces estaba todo el día regañándome porque no dejaba suelto el tomo ni para ir al baño (literalmente).
Un buen día se cansó y me lo quitó, me prohibió volver a leerlo hasta que ordenara mi cuarto y limpiase mi habitación, que se pasaba días destartalada ya que yo sólo tenía tiempo de ir al instituto, comer, dormir y leer (y hubiera prescindido de las tres primeras si no fuesen en ese momento indispensables para mi supervivencia diaria).
No os podéis ni imaginar lo que lloré, más que cuando, más adelante, en ese mismo libro, me enteré del fallecimiento del mejor profesor y el mejor mago que haya creado la literatura jamás...obviamente ya sabéis de quién hablo.
Al final mi madre tuvo que devolverme el libro, no sé si por pena o por la vergüenza de ver a su hija de 15 años llorar como cuando tenía 5 y la obligaban a comer algo que detestaba...

Y ese es el efecto Harry Potter querid@s, en este tipo de anécdotas se resume la obsesión y el vicio que provoca, tanto que afecta a personas de todas las edades y de todas las generaciones a día de hoy.

Ojalá este fenómeno no se detenga nunca y siga afectando a los lectores venideros, porque os digo una cosa, no hay obsesión más sana y más enriquecedora que la obsesión que te provoca un buen libro. Que años después vuelvas a leerlo, y te siga atrapando como la primera vez. Esa, y sólo esa, es la verdadera magia de la lectura.