jueves, 27 de diciembre de 2018

Cuentos victorianos de Navidad

Buenos y tempranos días un Jueves en plena época navideña...

¿Y a quién no le gusta la Navidad?

En mi opinión, ni siquiera es una cuestión de que guste o no la navidad, ni de que entremos al juego de gastar y comprar, ni tampoco es cuestión de ser más o menos "familiar".

Por encima de todo la navidad es hogar, es degustar todas aquéllas comidas más elaboradas que no tienes el lujo de disfrutar el resto del año, es turrón, es chocolate caliente, es roscón, son conversaciones eternas y risas después de la cena, es colocar las luces del árbol, son regalos y detalles (sin importar precio) que hacen que te des cuenta de que los tuyos te conocen y saben lo que te gusta...sinceramente, me parece absurdo que a alguien no le haga sentir bien todo eso.

De hecho, no en todas las épocas la navidad se ha vivido de la misma manera, ni la humanidad ha tenido el nivel económico en general que se tiene ahora. Era más común sencillamente reunirse frente a un fuego después de una cena familiar y dedicarse a contar historias, anécdotas sucedidas durante el año...o a leer.

Sí, leer...es más, durante la época victoriana (s.xix) fue cuando realmente se puso en boga el comercio del libro, y la mayoría de la gente se dedicaba a regalar libros por navidad para poder leerlos junto a familiares y/o amigos en Noche Buena. Se realizaron tiradas baratas para que su adquisición fuese extensible a todo tipo de bolsillos, y se lanzaron números especiales en determinadas revistas que contenían relatos y "cuentos" navideños para todos los públicos.

¿Se os ocurre algo mejor que estar frente a un fuego (o radiador, o estufa, o manta, lo que sea mientras te mantenga calentito) con la barriga llena y con un chocolate caliente en la mano, y poder recitar unos pasajes de la maravillosa Canción de Navidad de Dickens?


Pues que sepáis que para una inmensa mayoría, ese era el significado más puro de la Navidad.

Y esa es la esencia que recogen los relatos del libro del que os vengo a hablar: "Cuentos victorianos de navidad", una recopilación de relatos que publicó Alianza Editorial el año pasado y que, con una edición francamente preciosa, te sumerge en la magia y en el ambiente más navideño.

Varios autores ponen su pluma aquí a nuestro servicio para deleitarnos con todo tipo de cuentos, como aquél que sirvió de base al propio Dickens para escribir su novela antes mencionada "Canción de Navidad" (un auténtico esencial en estas fechas).

Os lo recomiendo porque realmente todos estos relatos, además de salir de la imaginación de escritores muy consagrados y que significaron mucho para la época como Sir Arthur Conan Doyle, Anthony Trollope o el ya mil veces nombrado Charles Dickens, tienen esa sensación de hogar de la que os he hablado antes. Al leerlos te transportas inevitablemente a sentir el calor de la chimenea, la comodidad de una manta suave, y el penetrante olor de un buen chocolate caliente recién hecho...


Dicho esto...espero que tengáis unas felices y lectoras navidades, y que vuestra entrada en el 2019 sea de libro!

Nos leemos!

jueves, 20 de septiembre de 2018

Hyggelig

Retomo este blog después de más de un año...hablando de algo que seguro que os sonará

El Hygge.

Probablemente estaréis más que hartos de escuchar hablar de este movimiento que lleva toda la vida existiendo en Dinamarca pero que ahora, gracias al famoso libro escrito por el investigador de la felicidad Meik Wiking: "Hygge, La felicidad en las pequeñas cosas", se ha convertido en toda una moda.

Una moda que realmente (los que llevamos amando las cosas sencillas desde que el mundo es mundo) ha existido desde siempre, solo que ahora hemos adoptado su denominación extranjera para darle un nombre más simbólico y pegadizo.

El Hygge tiene muchas formas de expresión, y es mucho más extenso y amplio que una simple decoración con velas, mantas, cojines y chimeneas (si caéis en esto entonces estáis entrando en una moda más basada en el consumismo y el ansia de gastar por gastar, y eso es totalmente Anti-Hygge).

Algo Hyggelig, en mi opinión, es cualquier cosa que te lleve a disfrutar de los pequeños momentos, ya sean sólo, con amigos, con pareja o con tu familia. El Hygge es todo lo que tú quieras que sea, todo lo que a ti te aporte paz. relax y comodidad.

No hay una decoración Hygge, no hay una forma de vestir Hygge, ni un libro ni una serie o una película que sean "Hygge"...NO. Basta de capitalizarlo todo, basta de destrozar un término tan puro, simple y lleno de significado para convertirlo en una estrategia de marketing.

Este término ha servido durante siglos a los daneses para, en sus interminables épocas de auténtico frío, cielos encapotados, días grises, sin un rayo de sol que te haga sentir una mínima calidez...ser capaz de crear TÚ mismo esa calidez. La calidez de un buen café caliente, de una buena manta y un buen libro frente a la chimenea, la calidez que te aportan tus amigos, tus familiares, tu cafetería de toda la vida, tu película favorita..etc

Los momentos Hygge no los producen irse al Ikea y comprarse veinte cojines, treinta velas perfumadas, dos mantas nórdicas súper cuquis que hagan juego con las cortinas, colocarlo todo para que quede bonito y hacerle una foto para subirla en Instagram. ESO amigos míos, NO es Hygge. Eso es capitalismo y postureo (cosa que todos tenemos, yo incluída).

Pero no podemos creer de verdad que eso sea lo que quieren transmitir los daneses con este término, y tampoco podemos pensar que es un término nuevo y moderno, anteriormente ajeno a nosotros.

¿Cuántas veces has estado tomándote una cerveza con unos amigos y has pensado "esto es felicidad"?,
¿Cuántas veces te has tomado un café calentito en tu casa viendo llover por la ventana, con tu mantita y tu pijama y has pensado "ahora mismo no podría ser más feliz"?
¿En cuántas ocasiones has mantenido una sencilla charla con alguien dando un paseo por tu barrio, o comiendo pipas en el descansillo de alguna casa y has sido consciente del momentazo feliz y enriquecedor que estabas viviendo?

Pues ESO es Hygge, ni más ni menos.

He aquí mi aportación y mi opinión al respecto.

Y para terminar, una foto-postureo.
En realidad, esto es lo que yo considero que es el más puro Hygge para mí (ya que hay tantas formas de vivirlo como personas somos en el mundo)


Nos veremos por aquí más a menudo? Quién sabe...
Buen día a tod@s los que por casualidad me leáis.