domingo, 27 de septiembre de 2015

El Retrato de Dorian Gray

He aquí otro de mis libros de cabecera, cuyo autor también es uno de mis preferidos.

Es esta una novela para pensar (igual que sucede con todo lo que salió de la pluma de Oscar Wilde), para reflexionar sobre la oscura vanidad del ser humano, sobre su más egocéntrico y siniestro "yo". Esa oscuridad se refleja en Dorian, el joven y apuesto caballero que manda pintar su retrato al artista Basil Hallward.

Dorian es la representación del Peter Pan adulto, ese que, siendo joven e influyente y estando tan acostumbrado a la idea de que la belleza y la buena posición social son los aspectos claves de la popularidad y del poder, no está dispuesto a que ninguna marca de vejez e imperfección bañe su rostro puro y angelical; lo que no sabe es que se debe tener mucho cuidado con lo que se desea, y que aquéllo que se desea puede acabar convirtiéndose en una terrible maldición.

- ¡Qué cosa más triste!- musitó Dorian Gray con la mirada todavía fija en su retrato- ¡Qué triste! Me haré viejo, horrible y espantoso. Pero este cuadro siempre seguirá siendo joven. Nunca será más viejo que en este día de Junio en que estamos...¡Si fuera al contrario! ¡Si fuera yo el que permaneciera siempre siempre joven y el cuadro el que envejeciera! ¡Por eso...por eso...daría cualquier cosa! ¡Si, no hay nada en el mundo entero que no diera! ¡Daría mi alma por ello! [...]

- Tengo celos de todo aquello cuya belleza no muere. Tengo celos del retrato que me has pintado. ¿Por qué tiene él que conservar lo que yo he de perder? Cada momento que pasa me quita algo a mí y le da algo a él. ¡Oh, si fuera al contrario! ¡Si el retrato pudiera cambiar y yo pudiera seguir siendo siempre como soy ahora! ¿Por qué lo has pintado? ¡Algún día se burlará de mí...,se burlará horriblemente!

Estas son las palabras que condenan al protagonista a vivir, a partir de aquél instante, una vida de malas influencias, de excesos y de decadencia, una vida en la que sentirá cómo la vanidad y el ego se convertirán en su modo de vida, que es incapaz de amar sin reservas, que en su corazón no cabe otro sentimiento que no sea la obsesión por la belleza, la libertad de la inmortalidad y la juventud eternas...

Su locura acaba destruyéndolo a él y a todo lo que alguna vez amó, quedando su cuadro impregnado de su auténtica personalidad, de quien algún día fué, ese Dorian Gray que debería haber vivido una existencia plena y completa rodeada de sus seres queridos, envejeciendo con ellos y no viéndolos envejecer...y morir. Mientras el cuadro muere año tras año, absorbiendo la vejez que debería haber sido reflejada en el rostro del auténtico Dorian, éste vive por y para su satisfacción propia, dejándose llevar por el influjo de la apariencia, del despotismo y del arte de la superficialidad.

¿Que por qué lo recomiendo? Por lo que recomendaría cualquier obra de Wilde, por su exquisitez a la hora de escribir, por su profundidad de valores, su idea de la vida y del arte decadente, su punto de vista crítico sobre el narcisismo y el artificio de la sociedad. 

Como muy bien señala él en el prefacio de su obra (como respuesta a todas las críticas que en aquélla época suscitó la publicación de la novela) "Todo arte es completamente inútil" y debe ser así, el arte debe valer por sí mismo, debe poseer un valor propio, debe ser admirable sin importar moralidad ni ética, sin ser utilizado como un medio o un fin para ninguna otra cosa. Me costó mucho comprender estas palabras en su día, pero está claro que lo que Wilde quería expresar era su deseo de mostrar el arte por el arte, sin objetivo, sin motivo, simplemente el arte como reflejo del espectador que lo visualiza o lo percibe, teniendo un valor y una apreciación distinta dependiendo de aquél que lo disfrute, sin atender a convenciones ni a estándares, únicamente como medio de mostrar algo bello.

Os animo a leer esta o cualquier obra suya, porque, aun perteneciendo a otro siglo, su percepción de la sociedad puede ser aplicada a la actualidad, y porque en El Retrato de Dorian Gray se mezclan a la perfección realidad y ficción con el propósito de hacer una crítica maravillosamente escrita a los convencionalismos y a las pretensiones de la época.








1 comentario:

  1. La persona que tiene la suficiente sensibilidad para hacer que un simple papel en blanco diga cosas tan profundas y tan de verdad que sean capaces de cambiar el modo de pensar de el resto tiene que ser alguien especia y tu lo heres te quiero

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